La comarca del Valle del Jerte es uno de los destinos de naturaleza y descanso más conocidos de toda Extremadura. Como bien anuncian en el eslogan de la página oficial de Turismo del Valle: “Abierto todo el año. Valle del Jerte, color y vida”.
¡A las familias os esperan lugares con mucho color y mucha vida por descubrir!
El Valle del Jerte esconde tesoros para satisfacer a las familias que quieran descubrir los misterios que aguardan estas tierras.
Asistir a las fiestas del cerezo que se celebran durante los meses de marzo – abril, es rodearse de los hermosos campos teñidos de blanco que rodean todo el valle. Un espectáculo visual que poder ver una vez al año y en tan poco tiempo.
Las familias que queráis realizar deporte al aire libre tenéis la oportunidad de explorar itinerarios adaptados para los peques de la casa, como la ruta del Centro de Reproducción de Salmónidos o la ruta del Puente de los Papúos.
Hay, además, zonas de baño donde refrescarse en verano como piscinas naturales, o charcos de las Camellas, el Vao, el Nogalón, los Pilones…
¿Quién puede resistirse al encanto del Valle del Jerte?
Un momento, os preguntaréis qué son las vías verdes, ¿no? Las vías verdes son antiguos trazados ferroviarios de líneas en desuso o que nunca llegaron a usarse, y que se han acondicionado y convertido en recorridos aptos para todo el mundo. Interesante, ¿verdad?
La Vía Verde de Monfragüe desde la localidad de Malpartida de Plasencia, abre las puertas al Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe. Sigue el antiguo trazado de la línea de tren Cáceres-Madrid y tiene una distancia de 17 kilómetros en total.
Además de poseer bosques, Monfragüe es un auténtico paraíso para los amantes de la observación de aves.
El Mirador de la Memoria no se trata simplemente de un recurso en plena naturaleza que poder visitar durante un corto periodo de tiempo, simboliza mucho más. Este monumento es obra del escultor Francisco Cedenilla y fue creado en homenaje a las víctimas de la guerra civil española y la dictadura de Francisco Franco.
El conjunto lo forman tres hombres y una mujer. Poco tiempo después de inaugurarse en el año 2008, sufrió un acto de vandalismo, pero el mismo autor pensó que dejar los agujeros de bala en las esculturas hacían que la obra fuese completada, como acto simbólico del principal motivo por el que fueron creadas.
Situado en el mirador del Silencio, la obra muestra cómo un hecho histórico puede dejar huella a quienes deseen acercarse hasta este lugar. Para que aquellos que cayeron no queden nunca en el olvido.
La ruta del emperador Carlos V está declarada como Fiesta de Interés Turístico en Extremadura.
Estas fiestas se celebran en el mes de febrero y conmemoran la última ruta del emperador Carlos V el 3 de febrero de 1557, desde el castillo de los condes de Oropesa en Jarandilla de la Vera, pasando por Aldeanueva de la Vera, hasta llegar finalmente al Monasterio de Yuste.
Desde degustar aperitivos tradicionales hasta actuaciones musicales, danzas populares o talleres de caligrafía antigua, son algunas de las actividades que esta festividad ofrece.
Esta propuesta que os damos a conocer es una ocasión idónea para pasar el tiempo en familia y ser partícipes de una celebración llena de historia y tradición.
Los Pilones del Jerte se encuentran en la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Esta zona de baño en plena naturaleza tiene un total de 13 piscinas donde elegir.
La ruta para llegar a estas piscinas se realiza desde el Centro de Interpretación de la fauna y la flora de la Reserva Natural de la Garganta. Tiene apenas un total de 3 kilómetros de recorrido apto para todos, y lo haréis acompañados del fluir de las aguas del río Jerte entre los abrumadores bosques de robles.
No hay que olvidar que al tratarse de un enclave natural, hay que evitar contaminar y tirar residuos en el medio ambiente que nos rodea, y seguir protegiendo nuestro recursos naturales más preciados durante las generaciones venideras.
Durante el recorrido de la ruta de las piscinas naturales de los Pilones, podéis encontrar uno de los miradores más conocidos de la Garganta de los Infiernos, el mirador del Chorrero de la Virgen.
Desde aquí se puede divisar unas impresionantes vistas de la cascada del Manto de la Virgen. Un espacio donde pasar el tiempo con los peques de la casa, seguro que será todo un gustazo.